Manifiesto de la CNTE

México, D. F., a 28 de agosto de 2013.

COORDINADORA NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN

AL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA

AL CONGRESO DE LA UNIÓN

AL MAGISTERIO NACIONAL

AL PUEBLO DE MÉXICO

Ante la embestida de la reforma educativa que sustenta la Ley General de Educación y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que laceran los derechos constitucionales de los mexicanos, la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación

MANIFIESTA

PRIMERO. Somos parte del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), aglutinados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por lo que exigimos, el respeto a la práctica plural y democrática, tomando en cuenta las voces de todos los que conformamos este sindicato evitando confrontaciones entre los que verdaderamente defendemos la educación al servicio del pueblo y los que defienden los intereses de la burguesía.

SEGUNDO. Que desde su fundación estamos comprometidos por la defensa, fortalecimiento y mejora de la educación pública y que hoy es necesario transformarla desde una perspectiva crítica de la realidad de México, donde continúan las injusticias de atención a la salud, nutrición, educación, empleo y el respeto a la riqueza natural.

TERCERO. Que las leyes secundarias de la reforma educativa, no son la base para desplegar acciones orientadas a resolver la desigualdad de los 80 millones de pobres y 12 millones de mexicanos en extrema pobreza, y que son consecuencia de las malas políticas económicas.

CUARTO. Que la propuesta educativa de la CNTE, en contra de estas leyes, se ha construido en diferentes espacios con la participación de autoridades, padres de familia, estudiantes y maestros, con el propósito central de seguir conservando y fortaleciendo la educación pública, ratificando su gratuidad y laicidad como lo reza en su originalidad el artículo 3º, reconociendo la educación como un derecho social universal por encima de intereses particulares.

QUINTO. Exigimos el respeto a los derechos laborales sustentados en el hacer de los trabajadores de la educación en un proceso ético y cultural en aras de la transformación educativa.

SEXTO. Proponemos la evaluación: a). Como un proceso formativo y cualitativo en sus tres modalidades (autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación); b).Que respete a la diversidad cultural de México sustentada en una práctica educativa integral incluyente de todos los agentes educativos; c). Una evaluación como un medio no como un fin que tome en cuenta las condiciones de vida de los niños, jóvenes y adultos que conforman el universo de los estudiantes de nuestro país; d). Reconozca las necesidades básicas de la población; e). Que mejore las condiciones de enseñanza y de aprendizaje reconociendo la importancia de los contenidos universales.

SÉPTIMO. Reiteramos el compromiso de la formación profesional inicial y permanente de los maestros, como una responsabilidad del gobierno mexicano en la atención de las necesidades de cada entidad.

OCTAVO. Con relación a la Ley General del Servicio Profesional Docente, argumentamos que el ingreso, promoción y permanencia de los docentes estén apegados a los derechos laborales y sociales sin menoscabo del proceso ético y de la práctica educativa.

NOVENO. Ratificamos nuestro compromiso con los estudiantes (niños, jóvenes y adultos) y el pueblo en general en la contribución de una formación de sujetos que reclamen el respeto a su propia forma de vida.

DÉCIMO. Que los trabajadores de la educación militantes de la CNTE, hemos cumplido con el protocolo del diálogo, la toma de acuerdos con la parte institucional, donde se establecieron los compromisos suscritos con el ejecutivo federal a través de la Secretaría de Gobernación al entregar en tiempo y forma las conclusiones de los foros estatales y nacional, así como la propuesta pedagógica, política y jurídica donde se incluyeron las propuestas de estudiantes, padres de familias, autoridades, investigadores educativos y profesores relacionados al proceso educativo, documentos que no fueron reconocidos ni aceptados en la reforma educativa.

ONCEAVO. Como CNTE cuestionamos la premura de legitimar leyes que lejos de ayudar a mejorar el proceso educativo laceran el derecho social de la educación. El papel de los supuestos representantes del pueblo (diputados y senadores) al legitimar el desempleo en México perjudicando a la sociedad en general.

Por todo lo expuesto, rechazamos rotundamente las reformas estructurales que violentan la soberanía nacional y los derechos constitucionales universales de los mexicanos y mexicanas.

“POR LA EDUCACIÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO”

“COORDINADORA NACIONAL DE LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN”

¡NI UN PASO ATRÁS!