Ernesto Mckencie comenta:“¿Te gustó tu bienvenida?”. Una crónica del día en que Peña Nieto tomó posesión

Hola el comentario abajo es el comentario dentro del blog y del articulo ¿Te gustó tu bienvenida? Una crónica del día en que Peña Nieto tomó posesión.

Aquí pongó el link de la cronica y copio el comentario para darle resonancia por si mismo:

http://www.m-x.com.mx/2012-12-01/te-gusto-tu-bienvenida-una-cronica-del-dia-en-que-pena-nieto-tomo-posesion/

Presos Políticos Libertad

Tierra Agua y Libertad

Ernesto Mckebcie

diciembre 2nd, 2012 a las 10:30 pm

El día de la consagración sub-totalitaria.

  1. 1-12-2012.Violencia y farsa. El estado mexicano.El Congreso de la Unión, “la casa de los representantes populares” amurallada como un nuevo-viejo castillo para ungir a una marioneta, se transformó en Palacio Negro.Perros, gurauras, paramilitares, parapolicías, federales hasta en las azoteas apostados, francotiradores en vilo. Desde cuadras después de la Merced, ese antiquísimo abrevadero de mercancías prehispánico, es tomado por asalto. La gente de esos barrios populares teme lo peor de “la fuerza del estado”. Camionetas blancas, negras, blindadas y no blindadas con celulares de última generación y sistemas de radiocomunicación son activados por guaruras apoltronados provenientes de dónde habita la élite ladrona de cuello, ya, negrísimo: Santa Fe, Polanco, Lomas de Chapultepec, Pedregal de San Ángel, y de los muchos Atracomulcos provenientes del interior de la república.Camiones, muchas unidades ubican, en cada esquina, a sus fuerzas del orden: nadie puede pasar, es una orden inamovible. ¿Violencia, violencia armada, prepotente, razonablemente de “estado de sitio”, de un estado totalitario? Le temen al artículo 39 constitucional. Todas las fuerzas de seguridad del estado mexicano al servicio de un Impostor y su casta de ladrones que nadie festeja públicamente, que nadie celebra, que nadie reconoce como “su” presidente libremente elegido. Lo hacen amurallado, escondido, resguardado como Alí Babá y los ochorrocientos ladrones: impuesto por las fuerzas del dinero, y dicen las muchas lenguas y las muchas formas de documentación públicas y periodísticas de procedencia ilícita, ilegal, fraudulenta: delincuencial.

    Rodeado está todo ese Congreso donde ahora reina el hampa de la peor política; ¿así se confabulaban en la época prehispánica para elegir a quienes serían sacrificados en la Piedra del Sol? ¿Así se confabulaban para elegir el número de esclavos-vasallos durante la Colonia? ¿Así o más o menos, se confabulaban para reprimir-desaparecer durante el porfiriato a los que exigían sufragio efectivo no reelección? ¿Así, o más o menos, se confabuló el asesinato de Zapata? ¿Así se integró la aplanadora, ya pricámbrica, para reprimir a los ferrocarrileros de los 50, para asesinar a Rubén Jaramillo en los sesenta, al profesor Lucio Cabañas en los setenta, a los médicos, a los estudiantes en los 60, para culminar con la MATANZA de Tlatelolco en 68? ¿Así se integraron para conformar la guerra sucia de los setenta y ochenta? ¿Para ungir el fraude de 1988? ¿EL ROBAPROA? ¿Para planear, ejecutar y limpiarse las sucias manos en los crímenes de Acteal, Aguas Blancas, El Bosque, los niños de la Guardería ABC? ¿El Atenco mártir, heroico? ¿Para perdonar en casa a uno más de los criminales no confesos en su casita de San Jerónimo? ¿Para imponer vía las flatulencia electoral a tres impostores, espurios, en sólo tres décadas en el ejecutivo, 1988- 2006 y 2012?¿Y qué decir de las masacres de éstos últimos seis años en TODO EL TERRITORIO NACIONAL, DONDE LA IMPUNIDAD, COMPLICIDAD, CORRUPCIÓN, LA BARBARIE IGNOMINIOSA, TRAGICA, SON EL HAZME REIR en todo estado civilizado y gobierno legal, legítimo, en la sociedad mundial?
    ¿Es, ha sido y seguirá siendo VIOLENCIA DE ESTADO contra el pueblo, la sociedad mexicana toda?

    Es esta la (sin) cultura política de los gobiernos que por siglos han hecho de este país lo que es: un remedo de república, una farsa de democracia y una tragedia nacional totalitaria.

    Se quejan de los destrozos de “ninis” a las cristalerías de bancos, transnacionales, hoteles, mobiliario urbano y cuánto vidrio rompible apareció por su camino cerrado, totalmente bloqueado hacia una Plaza de la Constitución violentamente, está sí, con toda la armadura del estado y gobiernos cómplices, amurallada, armada hasta los dientes y escudos de miles de federales (cómo los realistas, huertistas o carrancistas otrora) para impedirle al pueblo, a su sociedad, a sus jóvenes manifestar su repudio al IMPOSTOR –anarquistas, provocadores, infiltrados, pro-priístas pagados, jóvenes desesperados ante tanta ignominia, ante tanta impotencia, jóvenes organizados, valientes, informados, críticos, decididos, que han rebasado a las izquierdas institucionales, las de los acuerdos y pactitos nacionales (sic), pese a ser una y mil veces traicionados en los hechos por Pánicos criminales y Pricámbricos coludidos (o vaya usted a saber, porque ¿a qué autoridad uno puede ya creerle a estas alturas de la descomposición gubernamental?)–.

    Todo el Centro Histórico, no sólo el Zócalo, lo transformaron en un Estado de Sitio “constitucionalmente” aceptado por todos los poderes híper alimentados por ese duopolio mediático, uña y mugres de los mismos ungidores. A los jóvenes que se les violentó, una y cientos de veces más sus derechos de manifestación y de expresión libre ante un atropello electoral que sólo el gabinete-cartel y sus esbirros no vieron (IFE, FEPADE, TEPJF) se les aplica TODO EL PESO DE LA LEY y se les denosta: provocadores, violentos, anarquistas y se les exhibe a través de esa mediocracia caquistócrata, impune y mendaz que reina de facto sobre los vasallos en los tres poderes de ese (des) congreso amafiado, corrupto y mendaz.

    Mientras el maniquí es enbandado a tres colores en una ceremonia de escasos 7 minutos, sin telepromter en Cadena nacional, en las calles cercanas al Centro Histórico y de cientos de plazas y sitios del territorio nacional y ciudades fuera de él, millones de personas, el pueblo, la sociedad mexicana manifiesta su total rechazo a este Impostor pese al estado subtotalitario ungido en el Palacio Nacional, ennegrecido ya por sus fuerzas parapoliciales.

    2 de diciembre, de 2012, o el retorno de la era oscurantista de piedra y lodo totalitaria Pri-cámbrica.

    N. Yo estuve ahí. No me lo contaron.